Llega el invierno y con él los primeros síntomas: ojos llorosos, dolor de garganta y de cabeza, tos, congestión nasal y malestar general. Catarro o constipado son los nombres más utilizados para denominar el trastorno más habitual de los meses más fríos del año: el resfriado común. Es una de las enfermedades infecciosas más frecuentes durante esta época y una de las principales causas de absentismo laboral y escolar.
Hay que tener muy presente que es un trastorno muy contagioso que se propaga rápidamente mediante la tos o el estornudo de la persona resfriada. De esta forma, cualquier otro puede sufrir el contagio respirando el ambiente en el que el virus se ha propagado.
Sin embargo, es importante diferenciar entre una gripe y un simple resfriado, ya que hay muchas personas que los confunden. Una de las principales diferencias es que la gripe provoca fiebre alta, entre 38 y 40º C, mientras que el resfriado común rara vez conlleva subidas de temperatura.
Además, el dolor de cabeza y la tos son muy persistentes y frecuentes cuando una persona padece gripe, pero en el caso del catarro no suele haber esos síntomas.
Otra forma de saber ante qué trastorno nos encontramos es que con la gripe disminuyen los niveles de energía y apetito, sin embargo, el resfriado no afecta ni hace variar estos aspectos.
La gripe está provocada por un virus, el Influenza, y, aunque es un virus que muta cada año, se puede prevenir su aparición mediante las numerosas campañas de vacunación que llevan a cabo las autoridades sanitarias españolas. De esta forma, recomiendan la vacunación de las personas que presentan un mayor riesgo de padecerla, es decir, niños, ancianos y embarazadas.
Por el contrario, el resfriado está provocado por diversos virus, por lo que no puede combatirse con ninguna vacuna que sea capaz de atacarlos a todos.
Medidas para prevenir el contagio
- Evitar los cambios bruscos de temperatura y los espacios cerrados
- Lavarse con frecuencia las manos y no tocarse la nariz o los ojos tras haber estado en contacto con personas infectadas o posibles objetos contaminados
- Mantener una alimentación adecuada rica en frutas y verduras
- Beber muchos líquidos
- Evitar el estrés y la falta de descanso
No hay comentarios:
Publicar un comentario